Mucho se ha hablado de los escraches en los medios de comunicación. En la mayoría se presenta a sus promotoras, los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, como violentas etarras. Los políticos se hacen las víctimas intentando ocultar la realidad: los escraches son actos que recuerdan a las parlamentarias dónde reside el verdadero ejercicio de la política.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) lanzó hace unas semanas una campaña de información a diputados: los escraches. Su objetivo es que la iniciativa legislativa popular (ILP) sobre la dación en pago con carácter retroactivo sea aprobada sin modificaciones.
Los escraches se realizan dirigiéndose a los lugares públicos donde las diputadas que votarán la ILP llevan a cabo sus actividades diarias para informarles del drama de los desahucios, para recordarles que en sus manos está acabar con él. En estas acciones las afectadas y los políticas se encuentran cara a cara y se les dice lo que no quieren oír: que las diputadas son responsables de lo que está sucediendo y que también lo son de su solución.
Políticas de todas las tendencias dicen que las activistas que hacen estas acciones son violentas y acosadoras, llegando a comparar a la PAH con ETA. Los medios de comunicación han reproducido estos lemas para intentar que las ciudadanas españolas desprecien la lucha contra los desahucios y así pretenden desviar la atención del debate sobre la ILP.
Los escraches son un acto que recuerda a las políticas dónde reside realmente la soberanía, dónde se hace la verdadera política: en la calle, en cada comunidad, en cada persona que vive en el Estado. La politica de las plazas recuerda a las políticas que están a nuestro servicio y no al de los mercados financieros (mercados que nos ahogan con deudas para toda la vida, que nos echan de nuestros hogares), que una vivienda es algo más que un edificio, que es nuestro hogar, el lugar donde desarrollamos nuestras vidas.
Y es por las vidas de estas personas por lo que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca lucha unida a la mayor parte de la ciudadanía. No tiene nada que ver con guerras de naciones ni con egos personales. No. La lucha contra los desahucios es la lucha contra la injusticia y por un mundo en el que las personas estén por encima de intereses económicos.
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